Té verde: Los polifenoles del té verde llegan al tejido de la próstata y modifican su inflamación. El té verde tiene efecto diurético, por lo que es excelente para ayudar al funcionamiento de los riñones y prevenir la retención de líquidos.
Alcachofa: Sus vitaminas y minerales reducen el crecimiento de las células cancerígenas en la próstata. La alcachofa tiene diversas propiedades terapéuticas: regula la producción de bilis y el funcionamiento de los riñones, favoreciendo la eliminación de líquidos. Está indicada para las enfermedades del hígado y de la vesícula biliar.
Berenjena: Los compuestos responsables de su ligero sabor amargo son reconocidos por su efecto colagogo, es decir, que estimula el buen funcionamiento del hígado y facilita el vaciamiento de la vesícula biliar, de manera que favorece la digestión de las grasas.